Esta nueva entrada es muy diferente a las demás, ya que no habla sobre consejos de moda o algo relacionado a ello. En este día quisiera compartir mi experiencia que tuve en mi reciente viaje a la Ciudad de Jiménez, Chih.
La razón por la cual visite esa ciudad no fue para conocerla o para un viaje de negocios. De hecho, esa ciudad ya la había visitado en varias ocasiones. Fue un viaje para reunirse con toda la familia del lado de mi papá. Desde mis tíos abuelos que son hermanos de mi abuelita, hasta los primos segundos que nunca en mi vida había visto. En mi infancia, esa ciudad fue testigo de travesuras que hacía con mis primos en algunos veranos y de momentos alegres como el ir al ojo de Dolores, o hacer pan en la panadería, la cual perteneció a mi bisabuelo y ya después sus hijos se hicieron cargo.
En este viaje pude reflexionar que a veces la vida se te puede pasar en un segundo y no siempre nos detenemos a observar atentamente. Vivimos en un mundo donde siempre tenemos que estar un paso adelante y a veces deberíamos detenernos por un momento y escuchar las historias de nuestros abuelos y nuestros padres. Por qué? Por el simple hecho de saber de dónde venimos, de recordar y aprender de las experiencias de aquellos más sabios.
Este viaje no solo me trajo bonitos recuerdos, si no también me hizo valorar y dar gracias a Dios por la familia que tengo…
-Liz
Boda de los bisabuelos, unión Muela-Martinez
Casa de los Bisabuelos en Ciudad Jiménez, Chihuahua…
En el zaguán de la casa de los bisabuelos…
La troca que ha llevado a todas las generaciones al ojo de Dolores…